HAZLO SUCEDER - en 5 simples pasos...
Por: Kyle Bardouche, Fundador Jack Henry
1. Enjuágate con agua tibia.
Es tentador tomar duchas largas y calientes en los días fríos, pero el agua caliente drena la humedad del pelo y la piel que se necesita para mantenernos protegidos. Optar por duchas frías, o al menos más frescas, ayuda a mantener la piel y el cuero cabelludo saludables y a estimular la circulación para empezar de buena forma el día. Si echas de menos el calor, una alternativa es el sauna o el baño de vapor, que te ayudarán a botar las toxinas de tu cuerpo. Según estudios, ir al sauna de 4 a 7 veces por semana puede tener beneficios para la salud a largo plazo.
2. Mejora tu juego de hidratación.
Evita los ingredientes agresivos que interfieren con la barrera protectora natural de tu piel. Con esto, me refiero a cualquier cosa con la palabra sulfato, ácido salicílico, alcohol, fragancias sintéticas, etc. Elige algo más suave y amigable con tu piel como el CLEANSE+, y sigue con un aceite facial que sea ultra hidratante. Si sientes que tu piel está extremadamente seca, prueba aplicarlo en las mañanas y en las noches antes de acostarte.
3. Los aceites son el paso final.
Si estás usando otros productos en tu cara como un tónico, asegúrate de aplicar un aceite al final. Los aceites son emolientes, lo que significa que sellarán la humedad y los elementos buenos, y expulsarán lo malo.
4. Hidrátate de adentro hacia afuera.
Preocúpate de tomar mucha agua y de consumir suficientes ácidos grasos Omega-3 y Omega-6 en tu dieta.
5. No te saltes el SPF (Factor de Protección Solar).
Las nubes y el frío no significan que no haya rayos ultravioleta dañinos: la nieve y los reflejos del agua pueden aumentar el riesgo de arrugas y daños en la piel. Siempre, en verano y en invierno, usa protector solar.